Tu grande, tu madre

Desde este papel del adulto, posiblemente será más fácil mirar hacia atrás sin juicios y comprender los motivos de la desconexión con la madre, el centro emocional y con la vida, cuanto más se comprende, más fácil es de desapegarse, poner en el lugar que le corresponde y más se acepta. Es necesario primero hacer esto para sanar el vínculo con la madre y reconectarnos con ella y con toda la fuerza que esto origina.

Se trata de aceptarla incondicionalmente, sin emitir juicios, sin etiquetas (ni bueno ni malo), sin esperar nada, pero si llega algo, agradecerlo. Aceptando a tu madre empiezas a reconciliarte contigo mism@, pues ella es quien te ha dado la vida, desde antes del parto te ha traido a la vida, es tu grande.

Otro paso muy importante es honrarla y respetarla simplemente por el hecho de haberte dado la vida , estos es lo más grande que nos pueden dar. Empezar a honrar a la madre es empezar a honrar a la vida tal y como es. Ni buena ni mala.

Cuando se acepta la vida, no se produce un bloqueo en solucionar los problemas que no te pertenecen, simplemente se vive y eliges tu vida, las que a ti únicamente te pertenecen , dejando a tu madre con sus propias cargas con el confianza que ella puede con todas las situaciones que ha elegido y le pertenecen, siendo su destino.

Cuando desde aquí se libera de las cargas de la madre, de repente se gana una nueva energía para guiar la propia vida, objetivos y sueños, desde aquí es posible de ver mas allá de un@ mism@ porque ya no se es demandante de afecto o se huye de él, se empieza a aceptar a un@ mism@, al propio centro emocional y a seguir el propio camino desde tu fuerza, tu fuente, tu centro, rompiendo las cadenas que no te pertenecen pero desde esta fuerza de tu fuente, honrando tu vida, tu madre, tus ancestros y abriendo el camino a tu destino.

Comentarios

Entradas populares