La imperfección camino de grandeza, fuerza, sensibilidad y tolerancia
La historia que hay detrás de cada ser puede convertirse en lo contrario de la imperfección, se puede convertir en oro. La imagen y reconstrucción depende de nosotros, de nuestra percepción.
Los japoneses restauran los objetos rotos, la zona dañada las grietas con oro. Ellos están convencidos que cuando algo ha sufrido un daño y tiene una historia, se vuelve más hermoso.
Pertenece al arte tradicional japones.
El resultado es que la cerámica no sólo queda reparada sino que es aún más fuerte que la original. En lugar de tratar de ocultar los defectos y grietas, estos se acentúan y celebran, ya que ahora se han convertido en la parte más fuerte de la pieza.
Llevemos esta imagen al terreno de lo humano a nosotr@s mism@s y de los nuestros y de nuestro alrededor..., al mundo del contacto con los las personas que queremos y que, a veces, dañamos o nos dañan.
La importancia de corregir. Cuánto, también, el entender que los vínculos dañados y nuestro corazón golpeado, pueden recomponerse con los hilos dorados del amor, y convertirse más fuertes.No se trata de ocultar su fragilidad ni su imperfección, pero de recomponerlo con lo que puede ser oro: fortaleza, autenticidad, …
La prueba de la imperfección y la fragilidad, es prueba de sensibilidad, tolerancia y de ser mejor cada día y consecuente nuestro mundo.
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