Carta a una cuidadora o cuidador

No sé cómo empezar, no sabes cuánto tiempo he intentado decírtelo pero no he tenido el coraje para hacerlo,  como bien sabes y me conoces, me cuesta mucho expresar las emociones.

Te admiro, me siento muy orgullosa y privilegiada por tenerte en mi vida, haces que realmente siga creyendo en la bondad  humana.

Sé lo duro que es para ti, eres la CUIDADORA, la única que está pendiente de la tía abuela/abuel@/herman@/padre…, has renunciado a tener una vida por ella/él, a pesar de no reconocerte y tú en cierto modo tampoco la reconoces a ella, a pesar de ella tener  episodios de ira, falta de autonomía…  allí estás tú, a su lado, recordando y honrando  su verdadera esencia. Tú eres la que apuesta por ella/él cada día, la que no duerme por ella/él, la que se ocupa las 24 horas para que no le falte de nada, ni siquiera  y sobre todo ese abrazo tan necesario lleno de cariño y amor incondicional. Tu motor es el amor y el recuerdo que ella/él ha sembrado en ti, y has hecho que  posible que florezca y que  todos podamos oler esa esencia que transmites.

No he podido  ni he sabido expresar mi gratitud, tampoco he podido ni puedo ayudarte como realmente quisiera, aunque tú sola te has hecho responsable sin serlo de su cuidado, no sé cómo expresar mi admiración y gratitud, aunque puede que nunca te lo haya hecho ni lo haga, no  te puedes ni imaginar lo grande que te considero, y lo orgullosa y afortunada que me siento por tenerte como mi madre. Entiendo que la enfermedad trastoca, es desgarradora, sé que  hay situaciones que te sientes desbordada, lloras,  gritas y te quejas. Ten en cuenta que  nada es personal, pero por favor, ¡deja que te cuiden! , ¡cuídate!, ¡pide ayuda!, si hay alguien que realmente se merece que la cuiden  y sobre todo le den cariño, ¡eres tú!  No sé cómo apoyarte, como estar a tu lado, cómo decírtelo,  aunque estemos separadas por la distancia, me tienes muy cerca.  

De alguien que te quiere muchísimo, te admira y se siente orgullosa de lo que eres y haces.

Un abrazo,



Notas finales:

Perfil cuidador:

 - 85 % son mujeres.

- Poseen sentimientos de frustración e impotencia.

- Asumen cargas que no necesariamente les corresponde.

- No  reciben el reconocimiento que se merecen, aunque el entorno inmediato no necesariamente le expresen pero sí lo viven como una inmensa  e importante labor.



Áreas que se necesitan fomentar a los cuidadores informales:

- Actividades de ocio

- Relacionarse con amigos y familia

- Pedir ayuda cada vez que lo necesiten. Conocer los recursos que  sirven de apoyo en la familia y comunidad, y  apoyarse en el resto de la familia y amigos.

- Tener en cuenta que las personas cercanas y familias están presentes.

- No  aislarse, sentirse acompañada/o.

- Poner límites,  medir las fuerzas y aprender a compartir, pedir ayuda.

- No olvidarse de sí misma/o, organizar el tiempo pero dejar espacio para una/a misma/o.

- Ser asertiva/o. Saber decir  no.



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