La forma de comer es el reflejo de la manera de vivir la vida


Los hábitos alimenticios, así como la relación que tenemos con la comida están íntimamente relacionados con nuestras emociones, personalidad. “el cómo me relaciono con la vida se refleja en el cómo me relaciono con la comida” Se han estudiado la relación de los distintos tipos de personalidad en relación con las conductas pertenecientes a los hábitos alimenticios. Pudiendo revelar como se enfrente y gestiona los hábitos alimenticios, así como los acontecimientos de la vida, según estos rasgos de personalidad.
La psicóloga de la State University of New York en Albany, Julia Hormes psicóloga de los Ángeles fundadora de la empresa Food Ology, ambas expertas en comportamientos alimenticios han identificado la relación con la comida con dichos patrones de comportamientos, identificando la forma de ver la vida y relacionarse con ella.
Comedor lento:
Son los que terminan los últimos, bastante después del resto de que le acompañan en la mesa.
Estos disfrutan y aprovechan cada momento y bocado de su comida, lo cual se ve reflejado en su forma de apreciar la vida, de forma pausada, controlada y con confianza.
Consumiendo menos energía, pero pudiendo sentirse incómodos al no seguir el ritmo de los demás y finalizar los últimos.
Comedor veloz:
Son los primeros en terminar, de forma “fugaz” terminando con todo lo que se encuentran en el plato.
A nivel de personalidad, estos comedores suelen ser ambiciosos y con objetivos, pero a la vez no suelen ser pacientes. Pudiendo también ocasionarles esta forma de comer lenta repercutiendo la forma de digerir, así como ganancia de pesos y toros problemas de salud.
El aventurero:
Tienen mucha curiosidad por probar alimentos nuevos, les gustan innovar, son arriesgados. Buscan nuevas experiencias, así como emociones fuertes.
Comedor meticuloso:
Solamente aceptan comida familiar. No suelen probar alimentos nuevos, mostrando resistencia en búsqueda de nuevas sensaciones, manifestando ansiedad y preocupación en los cambios. Pudiendo haber un condicionamiento con ciertos alimentos y experiencias vividas.
Comedor que separa:
Terminan totalmente un alimento antes de empezar el siguiente
Se le suelen ser personas muy perfeccionistas, detallistas y bastantes controladoras o calculadoras. No se suelen llevar por las emociones. Este comportamiento suele ir acompañados por personas que se centran en tareas específicas, finalizando una labor antes de comenzar la siguiente, pudiendo ser bastantes disciplinados e incluso rígidos en ello (lo contrario que la personalidad multitareas)
Investigadores del Instituto Federal de Tecnología de Suiza han realizado un estudio sobre los rasgos de personalidad de 1000 personas quienes correlacionaban con ciertos patrones de alimentación, y los resultados fueron concluyentes. Utilizaron la lista de “Cinco Grandes” de rasgos de personalidad que se emplea en psicología para clasificarlos, los resultaron demostraron que las conductas inherentes tienen un efecto enorme sobre la búsqueda de un alimento saludable es fácil o si nos esforzamos en seguir una dieta. “Descubrimos que la personalidad de una persona determina, de hecho, por qué come y qué come”, afirmó Carmen Keller. Por otro lado, Kellee Waters, una psicóloga especializada trastornos de alimentación y obesidad, que no formó parte de esta investigación, afirmó que solemos tener unos de patrones de personalidad, íntimamente relacionados con la toma de decisiones y comportamientos, Waters, también habla de comedores emocionales, y afirma que se trata de una forma de amortiguar las emociones negativas.
A continuación, te muestro algunas formas para cambiar estos hábitos alimenticios en otros más conscientes. Te pueden ayudar a no solo identificar tus patrones de pensamientos, pero también a no ser controlados por ellos:
1.Olvídate de la dieta estricta, muestran que estos métodos de alimentación excesivamente restrictivos también pueden desencadenar episodios de atracones
Los estudios muestran que el restringir o eliminar ciertos alimentos de la dieta pueden ir acompañados por un mayor número deseos de picar ciertos alimentos catalogados como “comida basura”, comiéndose en exceso. Intenta centrarte en elegir y comer alimentos que realmente deseas y pertenezcan a una alimentación equilibrada y, por otro lado, elimina los que no quieres que forme parte de tu alimentación.
2.Intenta no saltarte ninguna comida. Puede contribuir a comer con más ansiedad, con lo cual facilita no comer los alimentos que de forma consciente no tomarías, así como comer lo que quieres y necesitas y no en exceso o defecto. Organiza el menú diario. Deja de picotear entre comidas.
3. Compra alimentos saludables. Intenta no comprar y tener en casa esos otros alimentos que luego sabes que no te benefician. Intenta de forma organizada mantener un diario o planificación o menú y seguirlo. Planifica las comidas, organiza y compra los ingredientes con antelación.
4. Practica ejercicios puede contribuir a comer de forma más equilibrada y disminuyen los niveles de estrés.
5. Duerme bien, sueño con calidad, la falta de sueño altera los niveles de hormonas relacionados con el hambre además está asociada con una alimentación compulsiva.
6. Cuenta con alguien en caso de sentir que emocionalmente puede afectarte tu relación con la comida, el apoyo social está vinculado con la disminución del estrés y alimentación equilibrada
7. Practica la atención plena. Escuchar a tu cuerpo, observa tus emociones, respuestas y conductas, aprende a reconocer las sensaciones que hay detrás de esta conducta. Intenta comer de forma pausada, consciente, despacio, disfruta de tu comida. Mantente hidratado, bebe mucha agua a lo largo del día. Si no disfrutas de forma plena, probablemente también te cueste de disfrutar lo te apasiona y consecuentemente conseguir eso objetivos plenos para tu futuro. Desaprende ciertos hábitos y aprende otros como sentarte en la mesa para comer y solamente mantén tu atención en ello, no en otras actividades. Deja que te sorprenda la compañía, fomenta una buena conversación en la mesa.
8. Busca ayuda si es necesario. Hay terapias psicológicas junto con ejercicios y práctica de la atención plena que han mostrado ser realmente efectivas. Existen modificaciones sencillas aplicables a las dietas y cambios de hábitos que pueden marcar la diferencia.
Y recuerda, ¡Tú eres el creador de tu mente!

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