Realidad y logros personales

“Todo lo que escuchamos es una opinión, no un hecho. Todo lo que vemos es una perspectiva, no una realidad” Marcus Aurelius
 
Luchar contra los sucesos no cambian los hechos, sólo conducen a la frustración.
Párate, respira profundamente, mantén los ojos bien abiertos desde el aquí y ahora, acepta lo que tienes, no lo que no tienes (realidad incierta y destructiva). Acéptalo  y toma consciencia de lo que puedes cambiar, se agradecido por lo que tienes, toma la vida desde la simplicidad, desde la mente plena, sin juzgar, solamente observa.

Tú decides tu realidad, tú eres tu arquitecto de tu vida, pueden darte muchos ladrillos, si no sabes lo que quieres, simplemente te centras que no quieres o no tienes y te quedas en la queja, no construirás tu “palacio”, tu hogar. Pero si aceptas tus recursos aunque te parezcan limitados, podrás crear desde el primer ladrillo, poniendo uno a uno, ese  lugar que te pertenece y está dentro de ti, tu hogar.
Tú eres el único responsable de tu realidad, desaprende lo que no funciona y te hace daño y aprende lo que sí funciona ahora y te da o puede dar lo que te mereces.

Intenta ver el mundo con atención plena. Como ese niño/a que fuiste, observa cada detalle, como si fuera la primera vez, disfruta de este “nuevo descubrimiento”.  Y planteate la siguientes preguntas:¿ Tienes intención? ¿Cuál es el propósito de tu vida? Para ese futuro primero tienes que estar presente y marcar cada paso de forma segura, y si caes aprender de ello y avanzar, estando presente en cada momento, aprendiendo de cada lección, del privilegio de decidir, aunque cueste salir de esa zona de “confort“, pero desde la mente plena y clara.

Convierte estos nuevos hábitos en rutina, hazlo tuyo y celebra cada paso que das. Comprometerte contigo mismo, eres el creador de tu realidad. Si no puedes sólo, pide ser acompañado, no temas las respuestas, es de valientes pedir y saber que te lo mereces, la puerta del que menos te esperas si abrirá.

Siente el aprendizaje, las emociones. respira, suelta. Es tu viaje personal, no fuerces, pero empieza con el primer paso, a disfrutarlo desde esa mirada de niño/a llena de grandes descubrimientos, inquietudes y posibilidades de logros. Cada día consigues un gran propósito, solamente necesitas centrarte en mantener los ojos bien abiertos, reconocerlos y agradecer. ¡Buen camino! Y recuerda;


¡Tú eres el creador de tu mente!

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